Qué se necesita para ser diseñador gráfico
El diseño gráfico es un tema tan amplio que la definición es doble:
En primer lugar, se puede considerar al diseñador como concepto: el que concibe el diseño, es decir, el que tiene la idea visual. El que “ve” la imagen o el logo que aún no existe.
Para poder ser eso, se necesita una gran formación en comunicación visual, incluyendo cosas como teoría de la composición, la proporción y la forma, teoría de la percepción del color, conocimiento profundo de la tipografía, teoría de la signalética, el equilibrio y contraste de masas, el espacio negativo, etc.
También es necesaria mucha mucha cultura, mucha historia del arte y de la comunicación: desde Altamira y Lascaux, pasando por Mesopotamia, antigua Grecia, Egipto, Roma, el arte medieval europeo y chino, hasta el Barroco, Impresionismo, Cubismo, la Bauhaus, el Pop-art o el Minimalismo, pero sin dejar de conocer con igual profundidad la iconografía africana, el grafismo soviético y el arte de los mexicas.
En segundo lugar, se puede considerar al diseñador como oficio: el que lleva adelante el trabajo físico de diseñar. Es decir, diseñar como sinónimo de componer o construir.
Para poder ser eso, se necesita dominar todo lo que puede incluirse en el apartado de “herramientas del diseño”, lo que antes incluía los lápices, carboncillos, sanguinas, pasteles, tinta china, acuarelas, óleos, acrílicos, letras transferibles, acetatos, sprays enmascaradores… y ahora incluye por supuesto el dominio de los equipos y programas informáticos necesarios. Y, aunque a veces se olvida y casi siempre se obvia, conviene saber dibujar.
Para ser diseñador gráfico el asunto tiene que gustarnos mucho, pero mucho, porque uno se dedica a ello durante años, formándose con decenas de cursos de todo lo relacionado, o también con estudios reglados (universitarios o no) de varios años, y leyendo y mirando y observando… Y además, y sobre todo, asistiendo y participando en cuantas manifestaciones públicas o privadas sobre el tema puedan encontrarse, como exposiciones, conferencias, charlas, actos, jornadas de puertas abiertas, concursos, etc., es decir, viviendo el diseño y el arte, empapándonos de él.
Si durante algunos años hacemos todo esto y además tenemos la suerte de ejercer poco a poco en el sector, con lo que nos enriquecemos simultáneamente con la experiencia, entonces… un día nos levantaremos de la cama y seremos diseñadores gráficos.